La Casa fue utilizada como residencia familiar desde la década de 1910 hasta 1980, cuando los descendientes del matrimonio Jiménez Sancho se fueron trasladando hacia otros espacios.
Posterior a ello, la UNED alquiló el inmueble como sede en Cartago, dado que no contaba con un edificio propio en el centro de la provincia. Luego, facilitó el sitio al Colegio José Figueres Ferrer, para reusarlo hasta que, en 1992, lo compró.
Para entonces, la edificación se encontraba en un deplorable estado de conservación, siendo evidentes los años de abandono y la falta de mantenimiento.
Este material audiovisual permite un acercamiento al aporte cultural, histórico y arquitectónico de la Casa Jiménez Sancho.
Con el comienzo del siglo XXI, la Casa Jiménez Sancho tuvo nuevas oportunidades. El grupo proponente Granito 2000 (integrado por Edwin Echeverría Montero, Lolita Calderón Meneses, Luis Espinoza Rojas y Edgar Cordero Cerdas) presentó un proyecto para su restauración, en el III Certamen anual “Salvemos nuestro patrimonio histórico arquitectónico”, organizado por el Centro de Investigación y Conservación del Patrimonio Cultural.
Como resultado, se hizo acreedora del premio por 20 millones de colones, que permitió iniciar con la primera fase de restauración, en la que, se trabajaron las cubiertas del techo, canoas y precintas.
Sin embargo, este monto resultó insuficiente para abarcar las grandes necesidades de la Casa.
La segunda fase de restauración se dio en 2012, con un presupuesto de cien millones de colones. Se abocó al rescate de las bases y cimientos, cambio de la instalación eléctrica, revisión y rescate de pisos y redirección de aguas pluviales.
En un tercer momento, la UNED invirtió 82 millones de colones para restaurar las fachadas oeste y sur del inmueble.
Estas tres intervenciones lograron restaurar cerca del 40 % de la edificación, que mide aproximadamente 1400 m².
Finalmente, en la cuarta etapa, se trabajó sobre la madera afectada por la polilla y el material externo e interno de latón troquelado que conforma las paredes.
Por casi veinte años, desde el 2000 y hasta el 2019, se realizó una de las más importantes restauraciones del país, con una inversión de aproximadamente 400 millones de colones, la que dará una vida potencial de 200 años al inmueble.
Hoy, la Casa Jiménez Sancho se viste de gala para recibir a sus propietarios: todos los costarricenses que la disfrutan como un derecho de libertad cultural.
Para conocer el proceso de la tercera restauración, puede observar el siguiente material audiovisual, producido por Audiovisuales UNED.